Skip to main content

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tercera causa de muerte en el mundo, pasa desparcibida para el 75% de quienes la padecen. Diagnosticarla a tiempo, vacunarse y adoptar hábitos de vida saludables son cuestiones fundamentales para transformar la vida de los afectados.

La vida es mucho más lenta para las personas que padecen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (más conocida como EPOC). En su día a día, deben aprender a convivir con dificultades para respirar, una tos persistente, sibilancias o una reducida tolerancia al ejercicio. Son síntomas habituales de una afección que causa una obstrucción progresiva de las vías respiratorias y que suele estar asociada al enfisema pulmonar y la bronquitis crónica.

Cada año provoca cerca de tres millones de fallecimientos en todo el mundo, lo que la convierte en la tercera causa de muerte a nivel planetario (la cuarta en España). Pese a ello, sigue siendo poco considerada entre las enfermedades crónicas.

Alrededor de 600 millones de personas en todo el mundo (aproximadamente, un 12% de la población) sufren los efectos de esta patología, según las estimaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS). En España, los afectados llegan a dos millones. Todos ellos saben que, si bien al principio se manifiesta de una forma leve, va empeorando a medida que la enfermedad avanza.

Eso no sólo sucede con los síntomas respiratorios, sino también con "otro tipo de comorbilidades que se van sumando, como cardiopatías, diabetes, osteoporosis, trastornos afectivos o cáncer de pulmón", tal como expone Nicole Hass, portavoz de la Asociación de Pacientes con EPOC (Apepoc). Esta organización nació en 2020, a raíz de la pandemia, para visibilizar esta enfermedad crónica no curable e invalidante, demandar que se incluya la salud respiratoria en las agendas política y social, y que se retome una estrategia nacional para la EPOC.

La experta pone el foco en las limitaciones de movilidad que genera esta afección: "Se ha de conocer la accesibilidad de los lugares a los que el paciente se va a desplazar".

Padecer EPOC significa, además, tener una "respuesta inmunitaria reducida". Por eso, Hass destaca "el papel de la vacunación en la prevención de enfermedades que pueden provocar un empeoramiento de los síntomas o que pueden afectar en mayor medida a los pacientes respiratorios". Entre las vacunas más destacadas, detalla "la antigripal, la antineumocócica, los refuerzos de la Covid 19, la del Herpes Zóster y la de tosterina".

En la mayoría de las situaciones, la EPOC se desarrolla por motivos relacionados con el hábito de fumar y la exposición a ciertas sustancias en algunos trabajos, pero también por factores genéticos y hereditarios. El problema, según advierten desde Apepoc, es que cerca de un 75% de quienes padecen la enfermedad no lo saben y, por ello, no reciben un tratamiento adecuado. Y eso es así porque, en muchos casos, no se le da importancia a los síntomas.

A este respecto, la doctora destaca la necesidad de contar con un diagnóstico precoz, "al suponer más y mejor calidad de vida ya que se puede iniciar un tratamiento personalizado cuanto antes".El diagnóstico se realiza mediante un estudio sencillo y no invasivo llamado espirometría. Por eso, la asociación demanda un registro del uso de estas pruebas en todos los centros de Atención Primaria para combatir el preocupante infradiagnóstico.

Por otro lado, si bien la EPOC no tiene cura, realizar cambios en el estilo de vida y seguir tratamientos adecuados son factores que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados. "La evidencia científica ha demostrado que la actividad física, la fisioterapia respiratoria y la nutrición mejoran en nuestros pacientes la tolerancia al esfuerzo y pueden reducir las exacerbaciones", indica Hass.

En esa misma línea, un sondeo realizado por Apepoc detalla las necesidades más relevantes esgrimidas por sus socios. Más allá de los hábitos nutricionales, destacan aspectos como la salud mental, la reducción del estrés y la ansiedad, la fisioterapia respiratoria, la adherencia a los tratamientos y la prevención del tabaquismo. A juicio de Hass, todo ello "representa un fuerte impacto sobre el bienestar social, no sólo de las personas que padecen la enfermedad, sino también en su entorno social y afectivo".

UN CONTEXTO MÁS OPTIMISTA CON NUEVOS AVANCES

la medicina de precisión y las innovaciones terapéuticas han abierto un escenario cada vez más esperanzador para los pacientes con EPOC. La portavoz de Apepoc, Nicole Hass, destaca la triple terapia inhalada, un tratamiento que permite a los pacientes avanzados poder recibir tres medicamentos en un solo dispositivo y que "mejora la disnea y la calidad de vida y reduce las exacerbaciones". En este sentido, la doctora se muestra satisfecha de que, tras numerosas reuniones durante los últimos tres años con grupos políticos y portavoces de Sanidad, la asociación ha jugado un papel clave para que se retire el visado que limitaba el acceso a este tratamiento. Otra buena noticia, según afirma, se sitúa en los recientes estudios de otros tratamientos farmacológicos:"Se prevé aprobar el primer tratamiento biológico y la investigación con células madre, lo que es una esperanza para muchos de nuestros pacientes". En gran medida, porque servirá para reparar tejidos pulmonares dañados. A la espera de su llegada, la vía inhalada es una solución que actúa directamente sobre el pulmón. El problema, dice Hass, es que los dispositivos actuales «son difíciles de manejar y sólo el 50% de los pacientes sigue el tratamiento correctamente». Por eso, confía en que pronto surjan "nuevos y mejores dispositivos que faciliten un mejor cumplimiento de los tratamientos".


Source link

Leave a Reply