El certamen reunió a más de 200 especialistas en apicultura venidos de todo el mundo en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid los días 15 y 16 de junio.
Con un formato muy ágil, repartido entre sesiones plenarias y presentaciones orales, durante dos días se han sucedido las comunicaciones, que en esta edición tuvieron un foco muy claro en torno al bienestar de las abejas. Organizado por Avespa (Asociación de Veterinarios Especialistas en Sanidad y Producción Apícola) junto con Apimondia (Federación Internacional de Asociaciones de Apicultura) es la primera vez que este certamen se celebra en España. Tal y como señaló durante la inauguración oficial la presidenta de Avespa y del comité organizador del simposio, Dolores Sánchez, “a pesar de que la pandemia de COVID-19 impidió la celebración del congreso en 2020, seguimos trabajando, y hemos superado todas las expectativas en cuanto a asistencia (más de doscientas personas de toda España y quince países extranjeros) y nivel de los contenidos presentados”. En este sentido agradeció el enorme esfuerzo realizado por todos los que han trabajado para que el Bee Health Symposium 2024 sea un éxito.
Implicaciones del bienestar animal y del concepto One Health en la producción apícola
Sin duda, estas dos cuestiones tan en boga cobran una especial relevancia en el caso de la apicultura. Así, posiblemente es esta la producción ganadera que tiene una mayor implicación en el enfoque One Health, puesto que son las abejas con su función polinizadora las que aseguran la salud del medio ambiente, y en consecuencia de los animales y las personas, erigiéndose en verdaderos bioindicadores de salud.
Por su parte, Jesús de la Fuente, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en su exposición que inició el turno de presentaciones del simposio, explicó cómo hasta hace unos pocos años era impensable abordar la cuestión del bienestar de las abejas. De hecho, no ha habido evidencia científica hasta hace poco años con relación a si los insectos (u otros animales inferiores como los cefalópodos) tenían consciencia y una parte emocional. A partir de aquí se puede monitorizar este bienestar en función del paradigma de las 5 libertades que se emplea en las demás especies ganaderas (no hambre, no sed, no dolor, etc.). A partir de aquí se abre todo un inmenso e interesante campo para determinar cuáles son los términos a tener en cuenta, cómo medirlos y cómo aplicarlos para conseguir una óptima salud y bienestar en nuestras colmenas.