A poco tiempo de entrar a la celebración del Día de los Padres, que se conmemora el el país el último domingo de julio, el flujo de personas comprando obsequios en los centros comerciales del Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo es bajo.
Como ha sido costumbre en años anteriores, esta festividad no genera el mismo dinamismo comercial que otras fechas importantes. Este año, la situación se ve aún más eclipsada por la cercanía del inicio del año escolar.
En los pasillos de tiendas y supermercados se observa un mayor movimiento en la compra de útiles escolares, como cuadernos, lápices, mochilas, medias y zapatos.
Las principales compradoras son mujeres que, al parecer, priorizan los gastos escolares por encima de los detalles para los padres.
“Yo estoy aquí comprando los útiles, no vine a comprarle a mi esposo”, expresó entre risas una señora que prefirió mantener el anonimato. Las cajas registradoras apenas procesaban artículos relacionados con la festividad.
“¿Y quién le regala a los padres?”, exclamó un hombre a lo lejos mientras observaba a otros clientes salir con bolsas cargadas de útiles escolares.
En un recorrido para constatar el ambiente, fue evidente que, a pesar de que algunas prendas masculinas contaban con descuentos, el interés del público era escaso.