Algunas personas que padecen migraña parecen ser más sensibles a los cambios climáticos o a situaciones relacionada con los cambios atmosféricos. En ocasiones se muestran sensibles ante una luz solar brillante o una alta humedad o un día tormentoso; sin embargo pocos estudios han profundizado en cómo los cambios climáticos pueden provocar desequilibrios en las sustancias químicas del cerebro, incluida la serotonina que puede dar lugar a la migraña.
Un nuevo estudio confirma que a medida que aumentan las temperaturas, también aumentan las posibilidades de sufrir ataques de migraña. "Hipócrates, el padre de la medicina, creía que el tiempo y la medicina estaban íntimamente relacionados. Un par de miles de años después, estamos demostrando que el clima es importante para la salud humana", ha afirmado Vincent Martin, director del Centro de Dolor Facial y de Cabeza del Instituto de Neurociencia Gardner de la UC y médico de Salud de la UC.
El estudio, realizado por su equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati (UC) y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, ambos en Estados Unidos, se ha realizado en colaboración con Errex y Teva Pharmaceuticals, ya que el objetivo incial del estudio era estudiar un fármaco bloquea una proteína conocida como CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina), que es responsable de la transmisión del dolor en el cerebro y el sistema nervioso.
"El cambio climático es uno de los factores desencadenantes más comunes de la migraña", asegura Martin, quien es el autor principal del estudio y presidente de la National Headache Foundation.
El trabajo analizó el uso de fremanezumab y si podría prevenir los dolores de cabeza causados por el aumento de temperatura. Sus hallazgos se presentarán en la 66ª Reunión Científica Anual de la American Headache Society, que se celebra del 13 al 16 de junio en San Diego, California (Estados Unidos).
Los investigadores cruzaron 71.030 registros diarios de 660 pacientes con migraña con datos meteorológicos regionales y descubrieron que por cada aumento de temperatura de 10 grados Fahrenheit diarios, había un aumento del 6% en la aparición de cualquier dolor de cabeza. Sin embargo, durante los períodos de tratamiento con Fremanezumab la asociación desapareció por completo.
"Este estudio es el primero en sugerir que las terapias específicas para la migraña que bloquean el CGRP pueden tratar los dolores de cabeza asociados al clima", afirma Fred Cohen, coautor del estudio y profesor asistente de medicina en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai en Nueva York (EEUU).
Martin añade que si los resultados se confirman en estudios futuros, la terapia farmacológica tiene el potencial de ayudar a muchas personas con migraña provocada por el clima. "Lo que encontramos fue que los aumentos de temperatura eran un factor importante en la aparición de migrañas en todas las regiones de los Estados Unidos", añade el experto.
"Es bastante sorprendente, si piensas en todos los diferentes patrones climáticos que ocurren en todo el país, podemos encontrar uno que sea tan significativo", concluye.
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