El mundo está en constante cambio. Y en ese sentido, la inteligencia artificial (IA) es algo que llegó para quedarse en muchos aspectos de la vida moderna.
La atención médica y el sistema de salud no están ajenos a la innovación tecnológica, que en muchos aspectos sin dudas facilita las tareas cotidianas de médicos, enfermeros y demás personal de salud. Aunque muchos creen que la interacción médico-paciente es irreemplazable, un lazo fundamental para brindar un servicio de calidad tanto profesional como humano.
Cierto es que el acceso a la atención médica es un problema global significativo. Según un informe del Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50% de la población mundial carece de servicios esenciales.
En ese contexto, con una población cada vez más longeva y un aumento en las enfermedades crónicas, la IA se presenta como una solución a muchos de los problemas actuales, al brindar herramientas que disminuyen los tiempos de procesamiento de datos e imágenes, o que facilitar la comunicación entre distintos centros de salud, entre otras cuestiones.
“La IA puede proporcionar experiencia médica a las personas que carecen de acceso. También puede ayudar a acelerar los diagnósticos en salud mental, por ejemplo, una persona con trastorno bipolar tipo 1 en promedio no es diagnosticada durante siete años y éste puede ser un período muy complicado. En estos casos, el acceso a la IA puede conducir a un diagnóstico más rápido y mejorar la calidad de vida de la persona con esa afección”, afirmó Andy Beam, profesor asistente de epidemiología y editor adjunto de NEJM AI de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en una charla sobre los alcances de la IA en salud organizada a principios de este mes por la casa de estudios estadounidense.
“La Inteligencia Artificial tiene el potencial de mejorar todos los aspectos de la atención médica. Las aplicaciones de IA pueden acelerar los descubrimientos científicos, ayudar a los médicos y enfermeras a tomar mejores decisiones, mejorar el asesoramiento médico para los pacientes y reducir la carga del papeleo, a veces abrumadora”, plantearon en un reciente artículo en Harvard Business Review los especialistas en liderazgo e industria sanitaria James B. Rebitzer y Robert S. Rebitzer.
La IA aplicada a la salud no sólo busca mejorar la precisión de los diagnósticos, sino también optimizar la gestión de recursos y reducir costos. Los hospitales operan con márgenes reducidos y, si bien los beneficios a largo plazo de la IA son claros, la inversión inicial puede ser sustancial.
Según la consultora empresarial global Frost & Sullivan, la IA puede mejorar los resultados en salud en un 40% y reducir los costos de atención en un 50%. Este potencial ha motivado un creciente interés y expectativas elevadas en cuanto a la expansión del mercado y el desarrollo de soluciones innovadoras en el ámbito de la salud.
En un estudio realizado en Mayo Clinic, se emplearon técnicas de inteligencia artificial para un nuevo método de detección dirigido a personas con un tipo específico de problema cardíaco asintomático, conocido como disfunción del ventrículo izquierdo. Este método basado en inteligencia artificial logró identificar a personas en riesgo de padecer esta afección en el 93% de los casos. Para contextualizar, una mamografía tiene una precisión del 85%.
En el mismo sentido, un estudio del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) detectó que el 21% de la población mejoró su calidad de vida gracias a la incorporación de herramientas tecnológicas en el ámbito de la salud.
Y si bien desde el ITBA destacaron el potencial de la IA para mejorar los diagnósticos, creen que es clave que médicos y pacientes confíen en esta tecnología, y que existan políticas públicas y regulatorias que la avalen.
Mariano Ragognetti es el director general de Kyndryl en Argentina y Uruguay, una empresa de servicios de infraestructura de tecnología de la información, y reflexionó: “La inteligencia artificial representa un salto cualitativo en cómo se abordan los desafíos complejos de nuestro tiempo; su capacidad para aprender y adaptarse puede transformar no sólo la salud, sino también sectores críticos como la educación, la energía y el transporte. Este es un campo en constante expansión, cuyos límites los definimos nosotros mismos con cada innovación y aplicación”.
Según una encuesta realizada por la Asociación Médica Estadounidense (AMA), que abarcó a casi 1.100 médicos, el 41% de ellos expresó sentirse “igualmente entusiasmados y preocupados” por la inteligencia artificial en el ámbito laboral.
El doctor Jesse Ehrenfeld, presidente de la AMA, afirmó en un comunicado de prensa que “los médicos son optimistas sobre las ventajas que las herramientas habilitadas para IA diseñadas adecuadamente pueden tener para la atención del paciente”, y agregó que “casi dos tercios de los médicos ven una ventaja en la IA si se cumplen los requisitos clave”.
Además, destacó que la encuesta de la AMA pone de manifiesto que “la mayor esperanza de los médicos para la IA reside en reducir las abrumadoras cargas administrativas que plagan la medicina moderna, que agotan los recursos de atención médica y alejan a los médicos de la atención al paciente”.
Un reciente documento publicado por la OMS y titulado Ética y gobernanza de la inteligencia artificial para la salud: orientación sobre grandes modelos multimodales, abordó los desafíos de la innovación tecnológica aplicada a las políticas sanitarias. Para el director Científico de la OMS, Jeremy Farrar, “las tecnologías de IA generativa tienen el potencial de mejorar la atención de salud, pero esto solo es posible si quienes las desarrollan, regulan y utilizan identifican los riesgos asociados y los tienen en cuenta”.
Sobre el final, Ragognetti enfatizó que “la promesa de diagnósticos más precisos, tratamientos personalizados y una gestión eficiente de recursos, es solo el comienzo” de esta revolución que la IA trae al mundo de la salud”.
“Mientras el mundo enfrenta retos demográficos y epidemiológicos crecientes, la IA se perfila como una herramienta indispensable en la búsqueda de soluciones sostenibles y efectivas”, concluyó.
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