Aunque es cierto que lo ideal sería empezar a cuidarse lo antes posible, también lo es que nunca es tarde para hacer algunos cambios en nuestros hábitos nutricionales e iniciar un estilo de vida más saludable. De modo que, tanto si lo haces a los 50 años, como si te adelantas unos años, la decisión de revisar y mejorar tu dieta, siempre será una excelente decisión.
Partiendo de esta idea, en este artículo nos hacemos eco de los alimentos que forman parte de la dieta de un grupo de nutricionistas de Harvard. Todos ellos mantienen una alimentación sana y equilibrada que incluye alimentos habituales en cualquier dieta y que han comprobado cómo contribuye a mejorar su salud física y mental, en definitiva, a potenciar la longevidad.
La despensa que prolonga la vida
Aunque la clave de la dieta recomendada por los profesores de Harvard está en la variedad de sus alimentos, todos ellos tienen en común que son alimentos frescos. Por tanto, parece que evitar o reducir el consumo de los procesados y ultraprocesados es otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de cuidarnos.
Tal y como se recoge en CNBC, según los expertos entrevistados, estos son los 5 grupos de alimentos que alargan la vida añadiendo años de salud y calidad de vida.
1. Verduras de hoja verde
Son muchas, por no decir infinitas, las propiedades nutricionales asociadas a las verduras de hoja verde, como por ejemplo, las espinacas, los canónigos, las acelgas o la rúcula. Todas ellas son portadoras de numerosos nutrientes, como la vitamina A, ácido fólico, vitamina C, hierro, vitamina K, potasio y calcio, lo que se traduce en numerosos beneficios para la salud y, por tanto, para una vida más larga y plena.
Por otro lado, integrar este alimento en la alimentación diaria es muy sencillo. Por ejemplo, puedes preparar una rica ensalada de canónigos con unos trocitos de fresas y zanahoria. La fruta aporta un toque muy especial, al mismo tiempo que vitaminas extra.
2. Bayas
Este selecto grupo de alimentos es especialmente beneficioso para la salud. De hecho, los expertos recomiendan consumir bayas, si puede ser, todos los días. En concreto, los arándanos, son lo que el investigador de la longevidad, Neil Paulvin, llama el “santo grial” de los alimentos para la longevidad. Además, son una opción excelente para cuidar de la vista, la recuperación muscular y la salud cerebral.
Por otro lado, todas las bayas deben su color a su contenido en flavonoides, un grupo de fitonutrientes al que se le atribuyen numerosos beneficios para la salud, entre ellos, efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
3. Pescado y carnes magras
El consumo de proteína es esencial en cualquier dieta saludable. Ahora bien, esta proteína conviene que proceda de alimentos saludables. Es decir, es preferible escoger como fuente de proteína animal el pescado o las carnes magras como el pollo, el conejo o el pavo, antes que de carnes rojas, ya que estas, además de proteína, aportan grasas saturadas, cuyo consumo es perjudicial para la salud.
Otras opciones de proteína saludable son el salmón, que además aporta grasas saludables (ácidos grasos omega 3), huevos, atún o tofu.
Esta variedad de posibles fuentes proteicas nos permite introducirlas con facilidad en los menús semanales. Así, te proponemos esta rica cena proteica, saludable y ligera: una pechuga de pollo a la plancha con un huevo cocido aderezado con pimentón picante.
4. Legumbres
Lentejas, garbanzos, judías… Las legumbres son auténticos súper alimentos que aportan infinidad de beneficios para la salud. Y es que, su perfil nutricional es extraordinario, ya que contienen hidratos de carbono de absorción lenta (reducen los picos de glucosa), proteínas, poca grasa y fibra. Además, aportan micronutrientes como minerales, vitaminas del grupo B y polifenoles antioxidantes.
Las legumbres ayudan a regular los niveles de azúcar y colesterol en la sangre gracias a su contenido en fibra, lo que contribuye a prevenir muchas enfermedades relacionadas con el sobrepeso, la obesidad o la diabetes.
Es tal el valor que se le da a las legumbres a nivel nutricional que es uno de los alimentos que podemos encontrarlas en la mayoría de las dietas, especialmente, en las relacionadas con la longevidad.
5. Nueces y semillas
Lo más destacable de las nueces y las semillas, tal y como apunta Lisa Genova, neurocientífica formada en Harvard, es que están llenas de ácidos grasos omega 3, lo que se traduce en que ayudan a mantener sanas las células del cerebro y a reducir la inflamación. Dicho con otras palabras, contribuyen frenar el envejecimiento y el deterioro del cerebro, manteniéndonos sanos por más tiempo.
Además, otra de las nutricionistas, la doctora Uma Naidoo, señala que las semillas de girasol también son “una de las mejores fuentes vegetales de vitamina B5" y que las nueces y las avellanas son alimentos ricos en polifenoles, es decir, en antioxidantes y antiinflamatorios.
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